Ella,
pequeña y gigante
Podía cargar un corazón tan enorme
que ante los ojos de Dios,
su fuerza era pura e invencible
Del corazón germinában mariposas y libélulas
Su pequeño cuerpo se sembraba
y se transformaba en una flor más
Nunca pregunté
si este cargar de corazones le agotaba...
Miré su alma
y en ella leí que por milenios
esa había sido su encomienda
Me bastó saber que yo, tú,
muchos podemos ser ella...
una pequeña, gigante
abrazando un corazón
***
13-04-2017
Isis M.