Johan Jurado

El amor ha muerto.

Usted, que aún cree en el amor, debo decirle que el amor ha muerto.

Dicen que el amor no nace ni muere y que solo se muda para ser dado a otras personas

Pero ¿que saben ellos? ¿Acaso han visto los espasmos que tengo en las noches donde tú no estás, donde tú presencia falta y tu abrazo no está? ¿Acaso saben ellos lo tortuoso que es contemplar el día sin tu presencia? Que van a saber ellos que creen que el amor no nace ni muere, que no tiene ni cabeza ni pies, que solo cambian de amores cada noche y que ven el amor como una camisa de un solo uso. Que van a saber ellos si nunca te vieron, tú con tu danza al caminar y con el aire de la primavera debajo de tus parpados… Que van a saber, por Dios, si nunca han tenido a alguien que le haga sentir especial, no; Pero, usted que cree en el amor, debe entender que ha muerto. Muere y muere y no termina de morir hasta que la prolongación del sufrimiento le haga nacer de nuevo y, en medio de tanta muerte, su sonrisa celestial rompa esa oscura cadena y nazca el amor.

Que van a saber ellos que dicen que el amor no nace ni muere si no han visto el destello multicolor de la sonrisa de la mujer a quien aman, que solo se fijan en lo de afuera y nunca en lo de adentro.

 

 

Yo… creo que debo nacer de nuevo pero quiero nacer en ti. Amor, me muero pero quiero morir en ti y nacer en ti.