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Tu para mí serás extinción, San Angelillo de la Cruz

El poeta se encuentra de espaldas a la pantalla mientras se agota la conexión que lucha en una rueda por salvarse del cierre del saldo . El paisaje esta formado por un suave y ondulado movimiento, casi de mujer. Una fina cortina de agua cae suave por las laderas que cantan a la vida recogida. La mano del poeta apoyada a la húmeda ventana, casi tocando las nubes que bajan por el valle. El pueblo de vall d´uixo , difuminado. El mar de fondo con aspecto  montañoso por las nubes que llegan formando picos que ascienden.  Desprendido de todo recuerdo , menos la huella que en vida queda, como charca que se seca en primavera para renacer en el otoño en el mismo lugar, vuelve en si  con placer  el amado poeta  observando que ha dejado de girar la débil rueda. parpadea en la pantalla  una invitación a un poema fusionado de poesías del alma por el compañero  Mauro Enrique Lopez Z. Su propuesta es  titulada :

tu para mi serás.

Lee la primera estrofa:

”  tu serás para mi el lago donde yo me miraré,

en tus fuentes hermosas me inspiraré en cada baño,

y sentiré lo más bonito que en un bello verso te voy a escribir.

Y estaré siempre en cada mañana,

o en esa tarde cuando el rayo de sol caliente tus agua de amor.

Y yo seré tu inspirador”

tras leer las estrofas, el poeta que nada quiere  suyo, y siente solo tristeza por no tener más de los demás, llena sus versos de tu serás para mi , a su amada María, una joven de gran belleza y alma pura como el agua cristalina del arroyo de la montaña, que pasa corriendo baja la ventana de su casa, y a la que saluda sin que ella sepa que forma parte de él , en su corazón.

Sus primeras estrofas, aunque puedan parecer pesimistas, casi amargas, están llenas de los más altos ideales de la creación.

Tu serás para mi extinción,

con la que se desprenda mi carne separada de sus huesos,

para que se consuman en tu lago sin consuelo.

Mi muerte será el reflejo de mis sentimientos silenciados,

que flotaron entre breves voces.

Ecos demasiados colectivos y terrenales para poder encontrarte,

absolutamente solos, como fuimos agitados por el tiempo.

Ese compañero agitador anarquista de las eternas llamaradas del instante de la vida.

Mero parpadeo, evaporación de las almas donde ardemos y nos rehacemos con la muerte.

Pero si alguna vez,  amé otra alma hasta esclavizar y atormentar la mía hasta la extenuación de la imaginación, fue por la tuya María.

 

Angelillo de Uixó enamorado.