El amor en el exilio
me ha llevado a navegar
por mares inciertos,
destinos crueles
de dolor mordaz para el alma,
…cuanto tiempo ha pasado
desde que una emoción
y felicidad exquisita
me motivo a zarpar
sin un rumbo previo?...
la atrevida juventud
que se niega a ser olvidada,
incitó la emocionante travesía,
con el pasar de los años,
en barco fantasma
se tornó mi galeón,
la tempestad del tiempo
fue la más difícil proeza
a superar
que el mar no consiguió,
en la inmensidad, el destino
su voz enmudece, solo
los susurros quejumbrosos
del agua desgarrándose
ante el paso
cortante del tajamar,
son la melodía tétrica
que ahuyenta a la tristeza,
en la proa
las noches y madrugadas
descansaba mi cuerpo
sobre la madera rustica
fría y dura
como el corazón del destino,
inútilmente mis lágrimas
querían conseguir alimentar
la inmensidad del mar
que el sol evapora en las tardes;
la maldita obsesión
me obliga a continuar
con la esperanza ingenua
de una razón, la vida
por un sueño, solo una vez más.
Que elección difícil de llegar
a miles de puertos
en los que nadie me espera,
pero elegí la opción de navegar,
muerto por fuera, vivo por dentro,
…la esperanza, agonizante
me llevó al naufragio,
en tierras prosperas
en las que jamás
pasaría penurias,
la silueta de una brisa
me rodea todos los días,
tan distante y cercana es a la vez,
su aroma me cautiva,
abriga mi corazón, en susurros
puedo escucharle decir mi nombre,
ya lo había olvidado;
en sueños puedo observarla,
tan femenina como la naturaleza
que esta tierra me cobija,
las lunas son tan distintas aquí,
la brisa un murmullo tibio,
…cuanto tiempo ha pasado
desde que una emoción
y felicidad exquisita
me motivo a zarpar
sin un rumbo previo?...
…cuanto tiempo ha pasado
desde que las miserias del mundo
me arrebataron la felicidad?;
los oasis en el mar
son más traicioneros y dolorosos
que los vividos en el desierto,
la travesía debe continuar,
pero esta ocasión, no estoy solo
un alma me acompaña,
un alma lejana
con la misma locura mía,
la sed de aventura
en busca de su sitial,
ahora no existió ningún puerto
al cual llegar y del cual alejarse,
nadie me espero jamás,
de nadie me tuve que despedir,
hoy no viajo solo,
en mi bitácora he reportado
a la compañía que sin decir nada,
ha abordado, decidiendo
el largo viaje hacia la morada anhelada,
aquí nació ella, ese sentimiento arcano,
me abraza el alma en la vida,
su ser seráfico en un llamado
ha unido mi destino al de su madre,
después de varios destinos y vidas,
viajo acompañado,
aunque ella está en la proa
y yo en la popa, jamás deja de mirarme,
en las cercanías al encallar,
en el mástil en un cálido abrazo
nos juntaremos,
los anhelos se consumarán.