La aurora nocturna domina el viento
este circula alrededor de mi cuerpo,
mis entrañas lo siente sigiloso
oculto entre los ramajes del silencio
donde todo se oculta para ser cierto
allí en ese lugar crece en los sueños
todo alrededor de mi tempo.
Las casualidades persiguen
se diluyen en las sombras eternas
donde en las partículas del ser
esta la piedra angular
para crear un destino con defecto
una historia que se rompe
que me parte en trozos
el corazón y la mente
que me fragmenta la esencia
y las sensaciones mortales.
Solo siento de verdad
cuando vuelo en la inmortalidad
en el tempo de mi soledad
donde nadie me ve
ni me quiere amar.
En el alba de la mañana
crecen mi nuevas raíces,
después de caer
en el abismo nocturno
florece mi alma
en una nueva forma
creciendo sin molde
en la eternidad del silencio
en los aprendizajes
que vuelan cerca del ayer
donde la vi callada
por primera vez.
Ahora espero al silencio
después de callar,
de gritar los lamentos
de guardar mis tiempos
sin necesidad del destino,
para así sufrir una soledad
en la inmortalidad
sin un fin ni un comienzo
seguir recto en el universo
atrapando átomos
para crear algo nuevo
que afloje las cuerdas,
esas que sujetan
mi cuello.