Duermo entre las horas de la tarde
soportando el calor que sofoca
te pienso, nunca deje de amarte
la soledad certera me presiona
Ansias lujuriosas de poseerte
la lluvia tormentosa amenaza
tu silencio, una daga que hiere
asesina la dulce esperanza
Salí desaforado a enfrentar
al iracundo viento polvoriento
arrasando tu amor de mi cuerpo
si de él quedan jirones sangrientos
del pesado olvido me elevo
te excomulgo de mis pensamientos
León Roch.
24/04/2017
soneto