Dispuesto estoy para la partida....
Quebrado en mi destierro...guardo en mis manos
la luz del mundo,
que se sembró en mi alma desde el comienzo
de la aurora amanecida en mis quimeras.
Un cielo gris teje lágrimas en mis ojos de niño.
Y crezco con el sonido de la brisa que se asoma
a la vera de mi llanto para adornar de ensueños
la ruta de luces y suspiros que dulcemente hieren mis pasos.
Me siento espuma...sol bañado de esperanza
con el tenue tacto de una risa que me dice
que una nueva dimensión de alba
se nutre en mis sentidos,
diseñando caracolas de brisas en mi pecho.
Voy buscando una sonrisa que dibuje mi destino
más allá del pensamiento que se enreda en la materia.
Y pienso en mi destierro que se aleja de la vida
buscando libertad de un sueño diseñado
en un viento fresco de eternidad.
Más no me ofrezcan zonas de eterna templanza,
de angélicos cantos y calles de ensueño.
Quiero vivir en ciclos y perpetuos espacios.
Sentir la vivencia de la vida absoluta.
Coexistir las caídas y brillar en noches de llantos
y en que cada paso que viva se alumbre mi savia.
Dejo en el recodo del recuerdo más ingrato
todo un lamento de palabras y vivencias
que gritaron un socorro mudo
con sonido de sombras marchitas
por los céfiros de mi mundo de nostalgias.
Quiero ser luz renovada y milagrosa
para brillar eterno en el recuerdo.
Y que beban de mis luces las sombras
que quedaron deshechas en las noches
que embriagaron de mentiras ni existencia.
Leonardo Henrricy Santiago