Si no entiendes mis palabras te hablarán mis manos,
y con caricias te explicarán lo que aún no has entendido.
Si a mis manos no comprendes te explicarán mis labios,
y a besos dibujarán un mapa en tu vientre para que encuentres lo que en mis versos he escondido.
Si a mis besos no das razón, entonces te hablará mi alma y ésta
sin escrúpulos se aferrara a la tuya, susurrando en tu boca y en tu oído todo lo que aún no has comprendido.
Y si esta misma noche me fuera o te fueras, al menos no me iría sin decirte, ni te quedarías sin saber,
que te quiero y te quiero solo conmigo.
Castillo.