Transcurre el tiempo pronto, pero en mí se ha parado
este lindo momento donde te conocí
y todos los encuentros que ya hemos disfrutado
desde aquél bello día que de pronto te vi.
Nuestro amor permanece, mientras nos aviejamos
aunque nos salgan canas que tiñan los cabellos,
se arruguen nuestros rostros y torpes caminamos,
nunca se olvidarán esos instantes bellos.
Desde un amor lozano donde la ilusión prima
a un cariño maduro rebosante de calma,
siempre conservará mi deliciosa estima,
la llama alumbrará con resplandor nuestra alma.