Ay! los silencios cuajados de noches y rocíos
y palabras asfixiadas, anegadas de recuerdos
trepándose a callados labios de cruento hastíos,
Ya diciendo un adiós por pedazos de piélagos
Ya llorando por el desfiladero de los letargos.
¿Dónde ha quedado el alma pletórico de sueños?
¿Qué caminos de tiempos sin vueltas asesinó
al amor y cubrió de sangre mi canto y mis versos?
¿Qué vientos de látigos, los ramajes destrozó,
del corazón de quien le ha dado el corazón?
Mas todo vuelve a donde el sueño ríe y solloza,
A donde aúlla el mar machacado de arenas.
Todo vuelve como rumores de olas furiosas.
Así, bañada de rocíos salobres me volveré espuma,
Flor y mar derramados entre piedras y brumas.
No seré ecos de sollozos, ni mutismo desvelado
ni seré palabras que resbalan por olvidos lejanos,
ni vientos perdidos por las orillas de cosas inertes.
Seremos tú y yo, porque todo me lleva a ti ¡todo!
¡Oh mísera mortal hambrienta, túnel del sueño!
Nelly h
29/04/17
Argentina