Caminas coqueta, meneando las caderas
Y te apoderas de las miradas en la acera.
Sonríes, y es tu sonrisa placentera
Pues te sientes deseada, y te sientes bella.
Volteo a mirarte de manera discreta
Tratando de disimular que tenerte quisiera
Entre mis brazos y besarte de pies a cabeza
Navegando por las infinitas mareas
De tus ondulantes curvas y de tus selvas.
De improviso te detienes, y giras la cabeza,
Mueves los lentes ahumados de singular manera,
Y con un sútil guiño me sonríes traviesa
Para luego seguir tu marcha como si nada ocurriera.
Quedo inmóvil, parado al borde de la acera
Con los ojos entornados y la boca semi abierta,
Mientras veo cómo se aleja tu deliciosa silueta
Y en mi cabeza sólo una imagen: tu sonrisa coqueta.
Siempre tan indiscreta.
Siempre radiante y coqueta.
Sabes que me tienes atrapado
Y que seré siempre tu esclavo.
Me esperarás de nuevo con la puerta abierta
Te mostrarás otra vez, con aires de inocencia
Y riendo me dirás, que el resto del mundo no interesa
Cuando apaguemos las luces, y cerremos las puertas...