Sueño que me acaricias
y en mi total entrega
percibo los aromas
te tu cálido cuerpo
y me embriago en el delirio
de tenerte siempre.
Déjate amar y ungiré tu piel
con aceites de begonia,
que junto con tu sudor
me embrigarán de pasión.
Sentiré la agonía
de estár en llamas encendida.
Mira que esta noche
está la luna llena,
haré realidad
cualquier fantasia,
porque tu llegas
como un rayo de luz
a iluminar mi vida.
Deja que grave
las huellas de mis besos
en tu cuerpo desnudo,
para que cuando el tiempo pase,
conserves en tu boca
tatuada una sonrisa.
Déjate llevar por el vaivén
de la brisa tropical,
esa brisa que viene del mar,
la misma que nos inspira a soñar.
Mientras mis manos
te envuelven en caricias
y juegan con tu piel color de ebano,
sentirás que mueres
fundido en mi regazo,
con el mismo calor
con el que calienta el sol.
No sabrás la diferencia
con una hoguera candente,
en donde tu eres leño…
en donde yo soy fuego ardiente.
Felina