Soy un nocturno peregrino,
Que sigue tus huellas en el camino,
Siguiendo tu aroma por el suelo,
Me lleva tu rastro al cielo.
Ese rastro que me guía como un murmullo,
Hacia el cielo romántico y oscuro,
Junto al amor escribimos esta historia,
Que nos saben a una deliciosa gloria.
Me llevas por el cielo con tus alas,
Nuestro nido de amor señalas,
Soy feliz mientras tus brazos me arrullen,
Y pueda oler tu delicioso perfume.
Mientras la tarde crepuscular
Se vuelve noche oscura sobre el mar,
Aunque es te en tus brazos no dejo de en ti pensar,
Siempre para darte un beso te quiero alcanzar.
Siempre has sido tú mi anhelo,
Cuando me cubres con tu amor, tu velo,
Que nos baña como el rocío,
El húmedo tocar del río.
“Estamos a la orilla del bello riachuelo, abrazados dándonos amorosos besos, bajo los oscuros cielos, bajo las nubes con sus nocturnos versos.”