Tortura diaria es tu nombre
Tus palabras marcadas en mi espalda
Como si fueran ciertas,
Como si por ellas me desviviera.
Descontento permanente conmigo
Causando tu enojo hacia mí,
No he de callar ante tus intolerancias,
Ni de redimirme ante pecados inciertos,
¿quién eres tú para hacerme llorar tormentos?
Estoy lagrimeando entre risas,
Riendo entre lágrimas,
Tratando de ahogar esta decidida
Que me mantiene a tí atada.
Él es el verdugo de mis sueños,
De mis anhelos y esperanzas,
Aléjate ahora que la valentía
Ya se apoderó de mi alma.