Veo a los pobres colgados de los relámpagos
y a los marginados cavando sus tumbas
en las tierras de los grandes señores
haciendo círculos en los alrededores
de las heladas fogatas del hambre.
Sufren un silencio sin astros
en las cumbres de las noches
los aborígenes que lloran sus bosques
todos sueñan entre vidrios empañados
pidiendo justicia que imparten
los viles poderosos deshumanizados.
Manos de humildes sangrando
se marchitan a la droga abrazando
indigencia y marginalidad gritando
entre cartones tibios se va cobijando
donde la inclusión los ha olvidado.
Yo estoy mi voz alzando
por ilusiones con cobertores
a otras plumas que van cantando
por hermanos en plazas e intemperies
por los que mueren a cada rato
los que no tienen zapatos
y se visten con papeles y harapos
por los malditos que lo permiten
y siempre están disfrutando
porque todos hacia otro lado
estamos mirando....