Sobre el jardín sombrío, miro el cielo tan triste,
el olor de las flores penetra entre los muros
de las viejas casonas cuyo dolor persiste,
mientras muchos arbustos se tornan más oscuros.
El viento vapulea suelo primaveral
Luciendo su verdor la florida pradera
Las flores que relucen corola colosal,
el ocaso deslumbra sus rayos en la vera.
El poniente camufla la mirada funesta,
y nuestras almas lloran sus heridas penosas,
aunque tanta belleza no encuentra su respuesta
en varias emociones que fluyen dolorosas.