Los frutos nacen para madurar
no para quedarse a medias
incompletos
a mitad de camino
su destino es inevitable
no pueden quedarse en verde
por miedo a pudrirse
ni por miedo al dulzor
mucho menos por ser devorados
ellos saben hacia donde van
vinieron con una misión que no eligieron
no pueden negarse a su biología
quieran o no serán arrancados
masticados y degradados
no le temen a los años
pues es el curso normal de los átomos en el universo
transformarse
transmutarse
dar todo su potencial metabólico
nacieron para dar lo mejor de si
desarrollar su capacidad al máximo
todo lo que pueden llegar a ser
jugosos
nutritivos
deliciosos
aromáticos
cualquier otra cosa que se propongan
son capaces de lograrlo
si el objetivo no era llegar hasta el final
desde el principio no hubiesen buscado
tan siquiera surgir del polen
que con lo minucioso que es
los menos que pueden hacer es madurar
y dar la simiente
pues para eso somos frutos
para lograr lo grande que llevamos dentro.
Victoria Monsalve, 2017