ADANS BECMAN

EL PEGÁSO BLANCO.

¿ Que me tengo que ir ?

¡ Ya lo sé ! Una tarde cualquiera

cuando el pegáso blanco

me recoja en la carretera

 

una tumba al sol

de la pálida tarde

la luz en las flores

espigas de oro y miel

 

volver al origen

con puntualidad milimétrica

con sombrero de paja

besando el cielo con los labios

 

el billete en el bolsillo

amapolas rojas

al borde de la carretera

olía a gasoíl el aire

 

una gaseosa tirada

la alondra cantaba a lo lejos

fuego fatuo en la mirada

en la muñeca, el viejo reloj de pulsera

 

sigo esperando

aquel pegáso blanco

de amor extrémecido

llora el campo

 

con mi camisa limpia

pantalón de pana

como mi padre

una maleta vieja

 

un beso en el aire

una herida abierta

una esperanza palpable

olor a miel y a forraje

 

el amor se bebe como el agua

dame un trago, y un beso

matas de pániqueso

y un poema en la garganta

 

ya está aquí el pegáso

oigo sus frenos

y sus puertas chirrían al abrir

descomprimiéndo el aire...