Bola de viejas chismosas
Dejen de comer hermanos,
Mejor ocupen las manos,
No sus lenguas venenosas;
Sus palabras insidiosas
Siempre creando villanos;
Los chiqueros de marranos
Son más limpios que sus bocas;
Cómo sufren, ¡pobrecitas!,
Son las víctimas del mundo;
Con sus caras de angelitas
Y su aliento nauseabundo,
Dejen de sembrar mentiras
Hagan algo más fecundo…