Te recuerdo niña
tan bella como un amanecer
el aroma simple
la carita apenas redonda
como la primer luna
de un tiempo sin recuerdos.
Me miraste con esos ojos
extrañados
por que me iba lejos
con mi familia
y ya no compartiríamos
tiempo ni juegos.
Ya no podríamos
estar cerca
tocarnos las manos
y dejarlas francas
en medio de risas
contándonos cosas
de niños
cosas simples
y esas miradas
calladas
………
eternas
que no suponíamos
mas
que eran silencios
inexplicables
……...
silencios de amor.
Me miraste con esos ojos
que se fueron inundando
mientras nuestras manos
francas se unían
en un último intento
por descifrar
eso que no sabíamos.
Yo tenía once
y ella solo diez años
cuando
en un abrazo
nos dimos el primer beso
enamorado.