Abrázame,
abrázame fuerte
y no te sueltes de mis brazos
vida mía,
abrázame y luego bésame
como si fuese un beso de despedida,
no se inquiete tu corazón
ni se humedezcan tus pupilas,
por mis palabras que rebosan
de tristeza y melancolía,
es que sólo en tus brazos siento
que recobro las fuerzas perdidas
y que tus besos le devuelven
el aliento a mi alma herida...