Me diste a luz en una madrugada
después de un largo y profundo anochecer.
yo, no era yo y el mundo no era nada,
fuiste el mañana preñada del ayer.
De ti aprendí que Dios es todo nuestro,
crecí a tu lado, y me hice un hombre en ti
aprendí a amar bebiendo de tus labios
mi tiempo empieza cuando te conocí.
Es largo el cauze y fiera la corriente.
el vendaval, parece no amainar,
no hay nada en mí que en ti no esté presente,
un rio soy, si quieres ser mi mar.
Y cuando el sol se oculte en nuestras aguas
y nos eleve hacia la eternidad
serás diluvio sobre la tierra ardiente
y brotaras en otro manantial.