Al mirarte descubrí en ti, todos mis sueños
pues, mi mundo se quebró exaltado
ante esos labios que me parecieron lirios,
posados en mi ser, que se sintió notado.
Y como una flor rendida al viento
soñé que mi corazón era el centro
en ese nido que me pareció sediento
de todas las auroras que aún encuentro.
Tu voz fascinante, poseía el encanto
que hizo vibrar mi estanque dormido
pues, gota a gota despertó mi canto
por la gracia de tu renovado sonido.
Y quedé en ti, atrapada eternamente
ya que la llama sigue aún enamorada
con esa embriaguez que creaste consciente
para hacerme sentir que soy tu flor cultivada.