Aguas marinas,
neblinas de dulce espera,
olas que robaron de tu pecho
el corazón latente que yo deseaba,
caminaré en esta barca,
remaré hasta que sepas que ya no lloro.
¡Tormentas!
Empiezo a creer en dioses falsos,
busco el consuelo eterno de tus labios finos,
del capitán primoroso de mis sangres sucias.
¿Dónde estas corsario distante?
¿En que puerto habrás de entregarte a otros brazos?
Remando, llorando y remando...
remando, llorando y amándote.
Perdida en mares de soles,
lunas acuáticas en mi cabello brillan,
tu nombre distante espera
en busca de una nueva proa para navegar.
Lejos de mi,
lejos de ti.
Remando, llorando y amándote,
fiel pirata de ojos eternos.