Los muros cayeron y esto no es Berlín...
vimos como la niebla y el olvido se esfumaban cual voluta de humo,
un abrigo cálido nos hizo converger a
la ruta mas tierna, donde una gruta eterna
segregó al teorema que desafió a matemáticos:
\"uno más uno es igual a uno\".
Disipamos el escombro mediante el ritual
de la caricia,
la comunión de nuestros cuerpos y almas
fue evidencia contundente de que Dios se comunica.
Tu mirada fue el augurio de que
los muros se derribarían, aun ...sin ser berlin.