La eterna alborada de tu piel
me seduce entre bellos colores
y desde el seno de tu vida
me siento imantado hacia ti.
Suelo deslizarme por tu sombra;
pocos minuto y en soledad.
Abrazaré con vigor ese cabello
que tanto el viento me quiere arrebatar.
Déjame buscarte hasta morir,
déjame hallarte uno de estos días,
de tus labios algo tiene que salir
tal vez palabras, tal vez sonrisas.