SOBRE LAS AGUAS DEL TIEMPO
Arrastrabas tu mirada
a lo largo de mi cuerpo,
en un vaivén incesante
lleno de esperanza y miedo...
Cuando me mire en tus ojos
se rompieron mis adentros,
al contemplar tu agonía
mecida en dos lagos negros...
Las lágrimas de mis ojos
sobre tu cuerpo cayeron,
implorándote perdón
Por lo que te hicieron ellos,
esos que son de mi raza
y que con saña te hirieron,
tan solo por el placer
de sentir su sangre hirviendo.
¡Malditos sean los cobardes
que maltratan a los perros!
Vestidos de amor, mis brazos,
te levantaron del suelo,
cuidando de no dañarte
te dejé sobre mi lecho...
Contigo pasé la noche,
mirando a cada momento
si seguías respirando
o tal vez estabas muerto...
Así pasaron los días.
¿Cuántos? ya no lo recuerdo...
Tus heridas se sanaron
y tú, loco de contento
me recibes cada día
cuando del trabajo vuelvo.
Yo, sé que me quieres mucho
y tú sabes que te quiero.
Hoy soy yo la que está herida
y tú, quien tienes desvelos...
quien me mira a cada instante
para ver como me encuentro...
¡Gracias, te debo la vida!
No sé bien si sabes eso...
Defendiste nuestra casa
con el coraje más fiero.
¿Sabes? algunos humanos
son amigos de lo ajeno.
Mas, me siento muy feliz
mirando el cielo sereno,
la luna brilla en la noche
y parece estar diciendo:
-Siempre triunfará el amor
sobre las aguas del tiempo.