Frances Villa

Evidente

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Me dice no saber lo que ya es más que evidente. Entonces no doy con una acepción justa que dicte lo que voy pensando. ¿Qué es?... que es aquello que no le permite admitir lo que ya, de seguro, debe de estar pensando…

Alguna vez también me lo hizo decir, cuando –bueno si lo era- no era necesario: sé mi enamorada.

Pero en lo que respecta de este tiempo, no concibo la idea de que ella no me espere como antes lo hacia. Como antes de que sucediera nuestro cuento lo hacia.

Pero es de menester mencionar también que ella nunca me dijo -bueno sí lo hizo- un acepto.

Recuerdo entonces cuando la tomaba de las manos y apretándolas de forma súbita le decía: quiero creer que esto es real,…y que entonces ella me lanzaba una sonrisa, mientras unas palabras emergían de sus labios diciendo: es real, es real.

O cuando la tomaba de la cintura y le cuestionaba: ¿cómo crees que te verías de madre?... ella solo reía y me decía, algún día quizá puedas verme…

Me decía que… con todo gusto aceptaría ser mi esposa, mi compañera y la madre de nuestros hijos…todo junto a la vez…pero es también que a su vez volvía a repetirme: no tardes demasiado.

Me decía  que me esperaría,…que pida su mano lo más antes posible…Como olvidar esas palabras, si la llevo conmigo a diario…

Diganme entonces: ¿Qué hago yo? ¿Qué hago?... Si en todo momento me preparo para tal situación (pedir su mano) y como algún trapecista de circo, una serie de ensayos repito día a día… cada vez mejorando las palabras,…las posturas de los ademanes… el saludo.

Me dice no saber lo que ya se imagina… y pienso… ¿acaso es posible que ella lo esté esperando con ansias? ¿Acaso necesita –al igual que yo- que se lo repita nuevamente? ¿Acaso ya lo ha olvidado? ... O en el último de los casos –el que menos prefiero- ¿acaso ya lo ha elegido? ¿Acaso ya me ha ganado? ¿Acaso evidente es que ya he perdido?