MI CASTILLO DE CRISTAL
(28 de abril de 2009)
El viento cristalino como un fantasma
hiere en esta tarde blanquecina de melancolía,
castigando mi castillo de cristal.
Llueve y en el jardín diamantífero mi alma
se ha posado en una abrillantada flor lblanca
vuelos de transparencias de ilusiones
en este atardecer de plata y de pasiones,
castañeteo de gotas sobre la amargura.
La lluvia va dejando de sus labios huellas azules,
en la tierra sedienta, femenina y madura
la seduce y ella rendida le ofrece sus fértiles fragancias,
ritmo manso y de luz suave derramando vida
en esta resonancia de lágrimas hecha melodía.
Heridas de diamantes de suspiros
hacen en cada gota nuevos brillos,
por el ventanal se deslizan perlas agonizantes
formando ríos que van a morir entre las flores.
La noche se lleva mi castillo de cristal,
invasión de destellos de azabache
socavando pesares que fluyen cual manantial
¿Por qué cuando el amor muere , no nace allá
donde empieza mi jardín de soledad?
En cada gota de lluvia rueda el mundo
con su esplendor y desamparo.