Sumergida bajo el agua
me doy cuenta que allí no soy nada;
estoy en otro mundo
donde el silencio del abismo
me dice: este no es tu destino.
Como el águila se a donde voy
y tengo quienes me dicen quien soy,
tengo el concepto:
que un secreto lo puedo guardar
siempre y cuando no afecte a los demás.
Aprendí a renegar por las injusticias
de algunos infiltrados en esta sociedad.
Tengo criterios con fundamento
se a quien llamar amigo
y se a quien eliminar de mi camino.
Se escuchar pero cuando algo me pone mal
solo se llorar y no me atrevo hablar
porque no es mi estilo pelear,
solo prefiero callar y esperar.