Enrique del Nilo

JUBILADOS

 

 

 

Una vez jubilados

de fatigosas profesiones

se juntaron en una mesa

un gigoló y una ramera

sin nada más a su lado

que un tortuoso pasado

 

Cuatro pupilas

dos vasos

donde olas de ron

se sacudían

bajo la lluvia

que las lagrimas producían

 

Cuantas expresiones de amor proferidas

cuantas vidas en profiláctico retenidas

cuantos clímax vividos o fingidos

 

Pudieron juntar ambos bagajes

sobre el universo de una cama

pero luego de verse en silencio

y para su máximo placer

tomándose de las manos

optaron por contemplar el atardecer

desde la misma ventana

y si se podía el amanecer

 

Guardaron el sexo bajo la alfombra

y por primera vez en sus vidas compartieron

una fría y alcohólica bebida

sin la mentira consabida

de disfrutar la compañía;

ahora disfrutaban la soledad

en que la vida los unía