TERNEZAS DESOLADAS
Una tenue luz se filtra en la penumbra
en su sesgo casi provocativo
un haz claro entreteje los hilos del humo de un cigarro
en una búsqueda casi casual
activa un reflejo sobre el color oliva de tu cuerpo
justo en el declive del empinado cuello....
esbelta ahí estas....con distinción luces tu figura
donde te posas eres admirada, ¡deseada!
tímidamente a tu lado reluce un fulgor incomparable
de un cuerpo aovado y pie estilizado
el complemento adecuado para la ocasión
sin él no podría saborear con elegancia
y disfrutar el buqué del aterciopelado púrpura,
es de un placer incomparable
beber tu fluido en este lugar acogedor
con música suave teñida de arrebol,
quisiera que tus aromas tomaran forma de mujer,
entre los brazos tenerme y secasen el sudor de ternezas desoladas.
Rubén Martín