Nació el amor en una tormenta,
los dos mojados cerca del tejo
sus flores caían al igual que el cielo,
discutíamos por ver quien reía,
en tus cenos explotaba el agua
destellando en llamaras
que cegaban mi mirada.
El rumor de los truenos
inundaba nuestros tímpanos,
el ritmo del corazón volaba
en el infinito universo
al unísono latían los dos,
el cristalino tuyo
y el opaco mío,
creando un Jin y Jan
en medio del temblor
de las nubes gigantes
que arrojaban su sobra
en forma de agua y truenos
para armonizar
nuestra historia.
Veías con odio mi pasión
en la frescura del viento
que rodeaba perpetuo
nuestros tierno besos,
nuestros cuerpos estrechos
juntos en la vera del infierno
disfrutaban del sexo,
los gemidos eran sordos
no más que la lluvia
con su cátedra de gotas,
el agua sigilosa
me ayudaba a recorrer tu piel
mostrando el camino
para elevar tu ser.
Termino la tormenta
y fuiste mía por primera vez
termino la lluvia
y fui tuyo por siempre.