No creas que te he olvidado
No creas que te he olvidado.
Si así piensas,
es que no me conoces totalmente.
¿Me dices que no te he llamado?
No es así.
Te llamé, pero ha sido tu madre
la que te ha ocultado mi llamado.
Para tu madre lamentablemente,
no soy un hombre
digno de tu amor.
Tú eres perteneciente
a una familia de muy elevados
recursos económicos,
mientras yo soy un pobre
ser que solo gano para comer.
Ella te ha inculcado
que lo que me interesa de ti
es tu posición económica.
Que lo mío no es amor verdadero.
¡Qué equivocada está!
Y lo que más me duele,
es que debido a su parecer,
te lo transmite a tu cerebro,
sin sentir en tu corazón
lo que yo por ti
siento en el mío.
Un loco y desesperado amor,
no correspondido.
Soy un hombre sincero y honesto.
Soy un ser de pocos recursos.
Soy un hombre joven.
Tenemos la misma edad.
Te extraño, mi amada.
Soy un hombre que sueña
con ser algún día
un gran concertista de piano.
Y lo que pago por aprender,
es más de lo que puedo gastar
para comer.
Tengo que privarme hasta
de lucir nuevas prendas.
Debo usar las anticuadas
que tengo... las cuales
ridículas le parecen a tu madre.
No soy un ser que debes valorarme
por la ropa que uso,
sino por lo que siento
por ti en mi corazón.
No tengo a nadie en el mundo.
Soy un pobre hombre huérfano.
Ni siquiera un hermano
para compartir mi existencia.
Tengo grandes proyectos
para mi futuro.
Tenía la idea que parte de él,
serías tú la mujer que compartiría
mi vida. Pero noto que valen más
las palabras de quien te dio la vida.
No tienes que dejar de amarla.
Ambas deben amarse como madre e hija.
Es lo que corresponde.
Pero mi proyecto y mi ilusión,
queda en pie.
He de llegar. Me tengo mucha fe.
Y si no tengo novedades tuyas,
solo he de continuar,
hasta lograr mi meta.
Ahora de ti depende
la amplitud de mi existencia.
Me aceptas de corazón,
o de lo contrario
debemos decirnos adiós.
No creas que te he olvidado.
Pienso que tú eres
la que me ha dejado a un lado.
Volveré a llamar, si no me atiendes...
nunca más volveré hacerlo...
Me cansé de tu indiferencia.
He de llegar donde deseo...
Hugo Emilio Ocanto
05/05/2017
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