Maldito desempleo,
Cáncer de billeteras y bolsillos que consumes gota a gota los ahorros,
Cáncer que se traga las sonrisas ahogándolas de a poco entre facturas,
Corrosivo éter envolvente que aíslas conduciendo a la penumbra.
Maldito desempleo,
Caótico estado enfermizo, estresante y pesaroso,
Caótico grillete que exterminas las pasiones, las salidas y los parches,
Imperfecta incertidumbre empalagosa de un mañana nebuloso.
Maldito desempleo,
Urticante afán de hacer y no hacer nada mientras corren presurosos los segundos,
Urticante madrugar inoportuno del pensamiento incisivo y recurrente,
Necesidad desesperada de dinero que permea con premura la mañana
Maldito desempleo,
Ocioso perdurar que refuerza al ocio del forzosamente ocioso ente,
Ocioso transcurrir bibliófilo, melómano y videopata salpicado del gaming y del bullying,
Resignante ansiedad improductiva que nace con el alba y muere en la noche incapaz de poner pausa a un día más de este pinche desempleo indeseado.