Cuando la sonrisa que enmarca tus labios,
en el espejo del alma se refleja.
Toda ella de alegría florece.
A través de la rendijas de la existencia,
tu mirar pensamientos salidos,
de mis solitarios momentos aprisiona.
El cariño surgido de mi yo,
más grande que tu imaginación es.
Atrapado queda en los senderos de tu voluntad,
ansioso de embriagarse con el aroma de tu cuerpo
y perder la conciencia.
Heme aquí ante tus amores,
adorándote cual deidad deslumbrante.
En espera de gloriosas caricias.
La humedad de esos tus besos, descubrir
en el borde de mis labios.
La inquieta noche de luceros preñada,
crepitando cual chispas de fuego,
hurtadas al incendio ardiente que exalta,
las entrañas de los sentimientos míos.
Sobre la inmensidad de tu cariño seductor.
se desgrana.
Solo espero que mis soledades,
de fiesta se vistan, y
en vehementes brazos recibirte.
bambam