Transito uniforme
de miradas y silencios.
El horizonte se desdobla en los pliegues
de tus muslos
y una tranquilidad domina al silencio.
La vida decide tempestades
y una vorágine de recuerdos nubla
al firmamento de tu centro
y caen dos gotas, breves furtivas,
describiendo placeres inauditos
lluvias intensas
huracanados olores de tu sexo.
Un saxofon suena a lo lejos
y tu ojo izquierdo
parece un cementerio.
Renace la vida en
el labio reseco que
convida a la lengua
al encuentro de vocablos,
verbos encendidos,
y un
porvenir de misterios.
C Banks