Como la buena suerte,
como el dolor mismo,
como el heroísmo,
como el presente,
que mañana ha de ser pasado,
y fuerte como un roble,
¡así, soy yo!,
como la brisa,
que con toda prisa,
tiene movimiento y traslación,
como la emoción misma,
como lo que no calla en mutismo,
y fuerte como un roble,
como el semental mismo,
es lo que no llega en fatalismo,
como un final de un todo,
¡así, soy yo!,
como las espinas de una rosa,
que en cada cosa,
hiere fuertemente aquí,
por donde el tiempo es tiempo,
y la vida es vida,
cuando aturde en absorto el corazón mismo...