Hice versos para ti
Versos que eran fuego y los apagaste en indiferencía
Transformé en gramática mis deseos y te los envolví en papel
Papel que tiraste y jamás te importo entender
Encontré inequívoca belleza en cada momento contigo
Belleza que encontrabas cuando el llegaba y yo ya me había ido
Pausaba el reloj a las cinco todas las tardes
Esperando que llegaras y que todo fuera como antes
Mentí cuando dije que ya no importaba
Aún me acuesto esperando sin recibir tu llamada
A diario dejo el cigarro desde que te fuiste
hasta el perro pregunta ¿Por qué ya no volviste?
¿Y cómo te fuiste si nunca llegaste?
a ilusiones ciegas mi fé amedrentaste
No hay cabida en mi vida para esta tristeza
La culpa fue mía por no usar mi destreza
No leí en tus ojos lo que recitabas
Era solo amistad lo que tu a mi me dabas.
Castillo