argantonio

Había un mercadillo

De todas las variadas mercancías,

que se venden en el mercadíllo,

formando confuso batiburríllo,

son tus flores las que alegran los días.

 

Ahí está sentada siempre sonriente,

pues siempre hay algo que celebrar,

un cumpleaños, una flor para el ajuar,

la vendedora espera impaciente.

 

A ella le compra quien quiere,

tener en casa un jardín,

que le recuerde una lejana fecha.

 

La rosa sin espinas no hiere,

la rosa con su amigo el jazmín,

alivian la nostalgía y la tristeza que acecha.