Amor, enséñame el misterio
que hallo en tu boca cuando callas
y no traspase en improperio
el silente mundo en que te hallas.
Que con la luz de tus pupilas
transites por mi alma que te ama,
y estando de pie o de rodillas
escuche tu voz que me llama.
Amor, enséñame lo arcano
que hallo en tu boca cuando callas;
a estar contigo, tan cercano,
para que nunca más te vayas.
Y entonces como la fragancia
con que se enamoran los amantes,
libres de sospecha y arrogancia,
seremos lo que fuimos antes.