Insolidaria adversidad
que se destila vana,
entre dardos
envenenados...
de quimera
olvidadiza,
incad vuestra
rodilla en tierra...
y deshaced profunda
la tierra
en sus cuidados,
entre pálidas
soflamas...
de angustia
advenediza,
absurdamente
casta
pueril...
y deslazadamente
breve.