Las manos en tu vientre, calor en la
montaña y nuestro hijo protegido en
los fluidos de un hechizo vespertino.
Nos separan solo unos centrimetos de
bolsas y membranas, me sobresalto de
tus patadas y de tus ganas de espacio,
¿nos acerca el movimiento?
¿sientes mi calor ahí dentro?
El renacuajo en el medio acuático es más
pez que rana y yo de verte la cara, de verdad,
que ya no me aguanto las ganas.
Unos meses de imaginarte, una entrega
total a tu madre, así la quiero así voy
a cuidarte, tú y ella son uno en mi pecho
al escucharte...
Tucutum, tucutum, tucutum, caballo a
galope a toda velocidad,
tucutum, tucutum, tucutum
tu corazón al mío