En la mesa yacía
esa cabeza
saliendo entre los plásticos
surgiendo
del pasado
como un viajero
sin tiempo.
Belleza equívoca
de juventud
…….
la mirada fija
apenas insinuando
la intención de hablar.
La cabeza
fue testigo
del tiempo pasado
de miradas enamoradas
turbadas
en la duda
de las palabras abortadas
en el destino de esa mirada.
Mis manos
tentadas
de caricias a veces dadas
se aventuran
en la suavidad del mármol
sintiendo el último latido
del ángel decapitado.