NIÑA QUERIDA
No me abandones
que yo te quiero
y sin tus besos
triste me muero.
Niña querida
de esquivos ojos
no seas ingrata
con mis antojos.
Sígueme amando
niña querida
para que pueda
yo amar tu vida.
Deja que mi alma
se mire en tí
y cuando lloras
hazlo por mí.
Si algún día tristes
los dos estamos
recuerda entonces
que nos amamos.
Y cuando pienses
buscar aliento,
busca en mi vida
tu pensamiento.
Que yo por siempre
tendré en mi vida
tu imagen pura,
niña querida.
Y sólo quiero
que en tu alma pura
exista clama
y haya dulzura.