Entre el cielo
y su trance...
hay una línea quebrada,
una espiral
de voluntades...
una yuxtaposición de verbos,
un coma etílico...
de incoherencias
inconstantes,
mas una mañana
de fuego herido...
apenas
se nos deshace
tibia,
entre acólitos
silencios...
y brumas
oxidadas.