Emergen lamentos de mi noche callada;
ya levanta vuelo el alma que vivió conmigo,
como pájaro herido vuela lejos de mi barca,
escapa en silencio de mi crisol del hastío.
Los días pasan... como pasan las nubes
en éste cielo gris bajo el que apenas respiro,
mientras veo pasar las horas en carruajes malditos;
carruajes oscuros de silencio y... olvido.
De aquí vuelan asustadas mariposas,
enfermas y locas que ya van sin destino,
en busca de un cielo que no sea como el mío;
rasgado, golpeado, lejano y... sombrío.
Aquí hoy todo huéle a silencio,
no hay hambre... no hay sed, no hay frío.
Solo hay cenizas negras de un amor,
un amor que agoniza en el cementerio;
cementerio lúgubre del desamor y del vacío.
Autor: Miguel Peralta López (Peralta 03).