Digamos que fuiste estandarte, mi bandera,
digamos que eras timón, mi rumbo, mi puerto.
Fuiste sirena de un mar azul que a mi barca subió.
Digamos que historia eres ahora , libro de recuerdos,
archivo de las vivencias entre los dos.
Fuiste lienzo donde mis manos escribieron sobre tu piel,
brújula que indicó mis rumbos correctos.
Digamos que te extraño a rabiar,
digamos que a la deriva navego,
digamos que espero volverte a encontrar.
Xavier H.©