La casona de mi abuela
dos puertas al frente tenía.
Una muy grande, con postigo,
se llevó recuerdos consigo.
Más en mi memoria reviven,
la abriré...para que respiren.
Detrás de aquella puerta...
La pared, con fotografías
y los bordados de la tía.
Un radio para las noticias,
y un nicho para las reliquias.
Aquel taburete de cuero
el favorito, del abuelo.
Detrás de aquella puerta...
Una sala muy olorosa,
no eran jazmines ni rosas.
¿Era el naranjo en azahares?
¿O el aroma de ricos manjares?
¡Era todo, ella...y su cocina!
(Lissi)