Santiago Miranda

Dos palabras de amor

 

Si decir te amo
significara todo
el amor que tengo
-ahora, por ti-
entonces te diría;
           amor, te amo

 

Pero no es solo eso
amor, que un hombre
como yo te amo, parece
ser lo más común del mundo
-yo te amo, tú me amas
nosotros nos amamos-

 

             Nada nuevo
No, no se trata de eso
amor, de sólo amarnos
amor, se trata de algo
que la palabra no logra
captar; del amor que amo

 

Ahora, si decir te amo
solo fueran dos palabras
que reflejan un suspiro
pausado y largo con el mismo
fuego apagado con el que suspiro
unas 24.000 veces al día...
          no, amor, entonces
no te amo, o mejor dicho
no solo te amo, como la palabra
dice amor, sino un más allá
sustancialmente menos confuso
y más sagrado

 

Es difícil explicarlo, no es
solo mí decir te amo, una voz
que habla, te amo y se expande acústica
mente al espacio adentrándose en la infinitud
de las mentes virtuales a un laberíntico rebote
entre el vacío de nada y el vacío de todo
                             en lo posible

 

Si es que amor, cuando te digo amor
la palabra no dice lo que intenta
¿intenta lo que dice la palabra?
-no dice que la palabra lo intenta-
la palabra -no- es un intento, es un salto

 

Si es que amor, cuando te digo te amo
la palabra no dice lo que intenta
entonces no diría nada y me callo
¿pero si me callo como sabrías
cúanto te amo? El amor no varía
                             es todo o nada

 

Pero todo el amor que tiene un hombre
no cabe en dos simples palabra no cabe
en siete millardos y medio de nombres
propios e ideas pugnando o en cinco mil
años de cultura escrita, todo el amor
que tiene un hombre a veces puede ser
tanto que el sol logra salir de la boca
del mar todo los amaneceres expulsados y dejar
su lecho tibio a la luna por los siglos de lo vivo

 

Así mirando arder los astros caemos en la cuenta
de que el amor es un acto, el desplazamiento
de una incandescente estela y nos unimos
sin decirnos que nos amamos porque supimos
finalmente que las palabras son el soporte
del viento y que toda antorcha pretende ser
en la noche eterna similar a las estrellas